Como posiblemente ya sabrás, los dientes cambian de posición durante toda nuestra vida. De la misma manera que salen arrugas en la piel, los dientes se tuercen. Es un fenómeno natural, fisiológico, que no nos gusta nada. Y, después de una ortodoncia Invisalign, o de cualquier otro tipo, también.
Por ello, cuando finalice tu ortodoncia Invisalign pasarás a la fase de retención que consiste en asegurar la mayor estabilidad posible de los dientes y evitar repetir tu tratamiento, en mantener la forma de las arcadas dentales y en conservar tu sonrisa mediante el uso de retenedores de Ortodoncia.
Sin los retenedores, los dientes volverían a moverse de nuevo: no es posible mantener los cambios obtenidos con la ortodoncia Invisalign si no se llevan retenedores de forma indefinida.
Generalmente colocamos unos retenedores fijos -arcos linguales- pegados por detrás de los dientes anteriores de arriba y de abajo, los que más se tuercen y los que se ven más, en combinación con retenedores removibles sólo para dormir.